(RSF/IFEX) – En una carta dirigida a la Seccion de Intereses Iraquíes en París, RSF ha protestado contra la manera en que son tratados los periodistas extranjeros en Bagdad. «Las autoridades iraquíes tienen una actitud escandalosa, de desprecio y hostil, hacia los periodistas extranjeros que están cubriendo la guerra desde Bagdad, y las demás ciudades […]
(RSF/IFEX) – En una carta dirigida a la Seccion de Intereses Iraquíes en París, RSF ha protestado contra la manera en que son tratados los periodistas extranjeros en Bagdad.
«Las autoridades iraquíes tienen una actitud escandalosa, de desprecio y hostil, hacia los periodistas extranjeros que están cubriendo la guerra desde Bagdad, y las demás ciudades del país», ha dicho Robert Mérnard, secretario general de RSF. «A cuatro periodistas, acusados de espías, se les arrojo a una cárcel durante una semana, desde el comienzo de la guerra se ha expulsado a otra decena de ellos, y ahora a dos reporteros del canal qatarí Al-Jazira se les prohibe trabajar en el país. Las restricciones impuestas al trabajo de los periodistas extranjeros resultan intolerables: las visitas guiadas en autobús, organizadas por las autoridades, son insuficientes y no responden a los criterios mínimos de libertad de los medios de comunicacion, que son los nuestros», añadio.
El ministerio iraquí de Informacion prohibio, el 2 de abril de 2003, al corresponsal de Al-Jazira en Bagdad, Diyar al-Omari, que continuara con su trabajo y ordeno a otro reportero del canal, Tayssir Allouni, que abandonara inmediatamente el país. El canal Al-Jazira ha declarado que lamenta la decision y anuncio que suspendía el trabajo de cobertura de la guerra de todos sus corresponsales presentes en Irak. Como consecuencia de los acuerdos comerciales que tiene con otros canales, Al-Jazira seguirá emitiendo imágenes, pero han dejado de trabajar sus equipos en Bagdad, Basora y Mosul.
El 1 de abril, las autoridades iraquíes expulsaron, y llevaron hasta la frontera jordana, a cuatro periodistas, acusados de espiar por cuenta de Estados Unidos. Aprehendidos en el hotel Méridien Palestine, donde se alojaban, Matthew McAllester y Moises Samán, del diario neoyorquino «Newsday», así como dos fotografos independientes – Molly Bingham y Johan Spanner -, permanecieron detenidos durante una semana en la cárcel de Abu Ghreib, en la periferia de Bagdad.
El periodista Peter Wilson y el fotografo John Feder, del diario «The Australian», así como su intérprete líbano-británico Steward Innes, fueron aprehendidos el martes 1 de abril en Basora, y escoltados hasta Bagdad. Están confinados en el hotel Méridien Palestine, en Bagdad, por haber «entrado sin visado en el país», probablemente en espera de ser expulsados, como les ocurrio a otros colegas antes que a ellos. Estos periodistas no incorporados que entraron en Irak desde Kuwait el miércoles 26 de marzo, en primer lugar fueron perseguidos por la policía militar británica y norteamericana.
Igualmente, las autoridades iraquíes tienen confinados a siete periodistas italianos en el Méridien Palestine, desde el 29 de marzo, sin autorizacion de salida. Según la redaccion del periodico italiano «Il Corriere della Sera», a los reporteros les han confiscado los ordenadores, los teléfonos y los pasaportes. No tienen autorizacion para trabajar y están a la espera de una eventual expulsion. Los siete periodistas italianos detenidos con: Franco Battistini, del «Corriede della Sera», Ezio Pasero, de «Il Messagero»; Luciano Gulli, de «Il Giornale»; Leonardo Maisano, del «Sole 24 Ore» de Milán; Toni Fontana, del periodico «Unita», de Roma; Lorenzo Bianchi, de «Il Resto del Carlino», de Boloña, y Vittorio dell’Uva, de «Il Mattino», de Nápoles.
El 31 de marzo, a Ian McPhedran, del periodico australiano «Daily Telegraph», le ordenaron abandonar Irak, por haber «infringido las reglas», al salir del hotel sin escolta para dirigirse al Ministerio de Informacion, bombardeado en varias ocasiones. Fue expulsado de Irak, lo mismo que Bonny Shoonakker, un reportero del diario sudafricano «Sunday Times».