(RSF/IFEX) – Con motivo del tercer aniversario de la desaparición, el 16 de septiembre de 2002, de Géorgiy Gongadze, redactor jefe del periódico digital www.pravda.com.ua, RSF denuncia la falta de resultados en la investigación del asesinato del periodista. «Después de tres años de investigación y a pesar de sus repetidos anuncios sobre la inminencia de […]
(RSF/IFEX) – Con motivo del tercer aniversario de la desaparición, el 16 de septiembre de 2002, de Géorgiy Gongadze, redactor jefe del periódico digital www.pravda.com.ua, RSF denuncia la falta de resultados en la investigación del asesinato del periodista.
«Después de tres años de investigación y a pesar de sus repetidos anuncios sobre la inminencia de la resolución del caso, no se ha aportado ningún elemento significativo que permita elucidar este asesinato, y los asesinos de Géorgiy Gongadze continúan en libertad», manifestó Robert Ménard en un correo dirigido a Sviatoslav Piskun, fiscal general de Ucrania. «Seguimos esperando que se identifique y castigue a los responsables, a todos los niveles. No nos conformaremos con que se inculpe solamente a los ejecutores de este horrible crimen. Le pedimos que en su investigación tenga en cuenta, y verifique, todos los elementos contenidos en las cartas póstumas de Igor Gontcharov, las conclusiones de la comisión parlamentaria de investigación y las grabaciones de Mykola Melnychenko», añadió.
En 2003 la investigación no ha experimentado ningún avance significativo. Los responsables de la fiscalía de Tarachtcha, una pequeña ciudad de la región de Kiev en la que apareció el cuerpo de Gongadze, quienes fueron declarados culpables de falsificación de documentos, negligencia y abuso de poder, fueron amnistiados y liberados en abril y mayo. Un testigo clave del caso Gongadze, el ex oficial de la policía criminal Igor Gontcharov, murió el 1 de agosto en la cárcel, en circunstancias muy oscuras. Su cuerpo fue incinerado tres días más tarde. Le detuvieron en mayo de 2002 por su presunto rol en algunos asesinatos cometidos por un grupo que agrupa a bandidos y ex policías. En varias ocasiones se negó a testimoniar ante la fiscalía general, explicando que tenía miedo de que le mataran en la cárcel.
En una carta póstuma, recibida por el Instituto de los Mass Media (IMI) y considerada auténtica por la fiscalía general, Gontcharov habla de una serie de crímenes por lo que estaba encarcelado, entre ellos el de Gongadze. Afirma que se los «cometieron por orden del Ministro del Interior de la época, Yuri Kravchenko, y su sucesor, Yuri Smirnov». Añade que «los más altos responsables del Estado, y el Presidente, estaban al corriente de esos secuestros y asesinatos, y están implicados en ellos». Kravchenko es actualmente jefe de la administración fiscal y Smirnov es consejero presidencial.
El 28 de noviembre de 2000, un líder de la oposición reveló la existencia de unas grabaciones realizadas por un oficial de los servicios secretos, Mykola Melnychenko, en la oficina del presidente Kutchma. En las grabaciones un interlocutor, presentado como podría ser el Ministro del Interior Kravchenko, asegura que dispone de personas capaces de desembarazarse de Gongadze, «verdaderas águilas», dispuestas a hacer «todo lo que queráis».
Gongadze era conocido por sus críticas fuertes del gobierno y su trabajo a favor de la libertad de prensa en Ucrania. Durante la campaña de las elecciones presidenciales de 1999, mientras interrogó al presidente junto con otros cuatro periodistas en un debate televisado por el canal nacional 1 + 1, implicó directamente al Ministro del Interior Kravchenko en diferentes asuntos de corrupción y de atentados a las libertades, entre otras a la libertad de prensa. Después, el periodista viajó a los Estados Unidos, entre el 3 de diciembre de 1999 y el 5 de enero de 2000, pocos días antes de la visita oficial del presidente Kutchma, para entrevistarse con representantes del Departamento de Estado, del Congreso, de los medios de comunicación y de la diáspora ucraniana. Difundió un texto firmado por sesenta periodistas, denunciando los atentados a la libertad de prensa en Ucrania, y organizó una conferencia de prensa sobre el tema. También se implicó activamente en la denuncia del referéndum sobre el refuerzo de los poderes presidenciales en abril de 2000.
En los meses antes de su desaparición, el periodista estuvo vigilado por la milicia y seguido por algunos desconocidos, en un automóvil con placas de matrícula de la milicia. Confesaba sentir «terror» y denunció una «provocación planificada cuyo objetivo es, en el mejor de los casos, intimidarme y, en el peor de los casos, impedirme ejercer mi trabajo» (carta abierta al fiscal general de Ucrania, Mijailo Potebenko, 14 de julio de 2000). La justicia no se tomó en serio las amenazas de que era objeto.
Gongadze desapareció a la edad de 31 años, la tarde del 16 de septiembre de 2000. Su cuerpo, decapitado y mutilado, apareció el 2 de noviembre de 2000. Una misión de investigación de RSF, efectuada en enero de 2001, constató la acumulación de errores legales en el caso, de una excepcional gravedad. Mijailo Potebenko, ex fiscal general elegido diputado en marzo de 2001, dirigió la investigación con gran celo para proteger al ejecutivo de las graves acusaciones de que era objeto. Myroslava y Lessia Gongadze, viuda y madre del periodista respectivamente, han sido sistemáticamente mantenidas al margen de la investigación, y hasta enero de 2001 se les negó constituirse en parte civil en el caso. El 16 de septiembre de 2002, Myroslava Gongadze presentó una denuncia contra el Estado ucraniano ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH).