Lydia Cacho, la famosa escritora y periodista de investigación mexicana, ha sido blanco de amenazas de muerte, sabotaje, demandas por difamación y acoso policíaco debido a su trabajo para poner al descubierto las redes de prostitución y pornografía infantil en México. Pero nunca ha dejado de escribir, en parte debido a los mensajes de solidaridad […]
Lydia Cacho, la famosa escritora y periodista de investigación mexicana, ha sido blanco de amenazas de muerte, sabotaje, demandas por difamación y acoso policíaco debido a su trabajo para poner al descubierto las redes de prostitución y pornografía infantil en México. Pero nunca ha dejado de escribir, en parte debido a los mensajes de solidaridad que ha recibido. «Creo que toda esa gente … me salvó la vida al escribir cartas, al estar ahí, al hacer llamadas o hasta sólo al pensar o desear que estuviera viva», dijo en un evento del Centro Estadounidense del PEN en 2007.
Es en ese mismo espíritu de solidaridad que el Writers in Prison Committee of International PEN (Comité de Escritores en Prisión de PEN Internacional, WiPC) le pide que actúe como parte de su campaña Libertad para escribir en las Américas.
El año pasado el WiPC contó 184 ataques contra escritores y periodistas tan solo en América Latina. Entre esos se contaron siete asesinatos y una desaparición forzada, todos en México, el país más peligroso del continente para un periodista. En toda la región fueron encarcelados otros 30, 25 de esos encarcelamientos ocurrieron en Cuba por cargos contra el Estado o de «peligrosidad social».
Así, este año, los países con el más alto volumen de ataques y gravedad de persecución en 2008, México y Cuba, así como Venezuela, Perú, Colombia y Nicaragua, son el punto focal de la campaña.
Libertad para escribir en las Américas busca destacar la persecución de esos escritores y periodistas y otros, y le pide que apoye a los colegas en apuros.
Puede escribir a las autoridades a favor de Melissa Rocío Patiño Hinostroza, una poeta y estudiante universitaria de 20 años, que está siendo enjuiciada por terrorismo en Perú, por su supuesta participación en una organización política de izquierda. Se enfrenta a una pena de hasta 20 años de cárcel de ser condenada.
O puede exigir la liberación de los 21 escritores y editores prisioneros en Cuba, muchos de ellos arrestados en la ofensiva contra la prensa independiente en de la «Primavera negra» de 2003.
El sitio web Libertad para escribir en las Américas ofrece materiales y otras sugerencias para acciones en español e inglés en: http://tinyurl.com/cdy4bj
Aunque la situación puede aparentar ser difícil, el WiPC se inspira en sus campañas exitosas a lo largo de decenios a favor de escritores en las Américas como Cacho, María Elena Cruz Varela (Cuba), Myrna Mack Chang (Guatemala) y el general brigadier José Gallardo Rodríguez (México).
También está Yehude Simón Munaro, un escritor y político de Perú que fue encarcelado ocho años en 1992 por cargos de terrorismo falsos. Tras su liberación Munaro escribió a PEN Internacional, «La vida de un prisionero es dura y desesperada, y aún más cuando la víctima es inocente. No sé lo que habría hecho sin su solidaridad oceánica». Munaro se volvió primer ministro de Perú en octubre de 2008.
Para recibir actualizaciones por correo electrónico acerca de la campaña o para obtener más información sobre ella, comuníquese con Tamsin Mitchell, WiPC investigadora para las Americas de WiPC en tamsin.mitchell (@) internationalpen.org.uk
(Foto de la popular periodista mexicana Lydia Cacho, un caso emblemático en la campaña Libertad para escribir en las Américas de WiPC)
(25 de febrero de 2009)