(CEPET/IFEX) – El reportero Francisco Ortiz Monroy, corresponsal del periódico capitalino «Diario de México», fue asesinado a balazos por sicarios en Camargo, estado de Tamaulipas, ubicado en la frontera con Estados Unidos, el 5 de febrero de 2008. Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen y las investigaciones de la policía son lentas, […]
(CEPET/IFEX) – El reportero Francisco Ortiz Monroy, corresponsal del periódico capitalino «Diario de México», fue asesinado a balazos por sicarios en Camargo, estado de Tamaulipas, ubicado en la frontera con Estados Unidos, el 5 de febrero de 2008.
Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen y las investigaciones de la policía son lentas, comentó Abel Magaña, director editorial de «Diario de México», consultado por el CEPET.
De acuerdo con la información recabada por la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, un grupo de sicarios le disparó desde una camioneta en marcha. Detallan que Ortiz Monroy intentó huir y refugiarse en una casa, pero fue alcanzado por los pistoleros.
Algunos diarios locales afirmaron que el periodista, de 48 años, fue víctima incidental de un fuego cruzado entre sicarios y militares durante una persecución.
El diario se reserva su posición ante el crimen hasta que se tengan las conclusiones de la policía, señaló el directivo; sin embargo, adelantó que al parecer el homicidio del periodista no está vinculada con su actividad profesional ya que éste no manejaba información relacionada con el crimen organizado.
El corresponsal cubría las actividades del gobierno de Tamaulipas, es decir información oficial, por lo que descarta que su muerte tenga que ver con su actividad periodística. Agregó que «Diario de México» no ha recibido ningún tipo de amenazas ni hostigamiento.
Por su parte, Susana Reyes, quien tenía trato directo con Ortiz Monroy, como coordinadora de los corresponsales del diario, dijo a CEPET que el reportero era una persona tranquila y nunca le comentó que fuera amenazado o que tuviera problemas con alguien.
El personal de «Diario de México» ha intentado contactarse con miembros de la familia del extinto reportero pero no los han podido localizar. Le sobreviven su esposa y dos hijas.