(CEPET/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de CEPET, un miembro provisional de IFEX, con fecha del 9 de agosto de 2007: Detienen a cuatro reporteros al realizar su trabajo durante operativo militar Durante un operativo militar detuvieron a cuatro reporteros de diferentes medios de comunicación en la ciudad de Monclova, en el estado […]
(CEPET/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de CEPET, un miembro provisional de IFEX, con fecha del 9 de agosto de 2007:
Detienen a cuatro reporteros al realizar su trabajo durante operativo militar
Durante un operativo militar detuvieron a cuatro reporteros de diferentes medios de comunicación en la ciudad de Monclova, en el estado norteño de Coahuila, cuando los comunicadores seguían las incidencias del cateo que agentes y militares realizaban en algunos domicilios particulares.
Las detenciones de Manolo Acosta y Sinhué Samaniego, del periódico «El Zócalo», Jesús Meza González, del diario «La Voz de Coahuila», y Adalberto Rodríguez, del Canal 4 de televisión local, se dieron por los presuntos delitos de posesión de drogas y portación de armas de fuego, a las 11:00 p.m. (hora local) del 7 de agosto de 2007. Los mantuvieron incomunicados por casi 16 horas, informó Sergio Cisneros Vázquez, director editorial del periódico «El Zócalo».
La toma de varias fotografías y el seguimiento periodístico del operativo molestó a los militares, encabezados por el Comandante Adrián Barrera Castorena.
El director editorial de «El Zócalo» informó que, según las autoridades, les encontraron a los periodistas «grapas» de cocaína, una botella de alcohol, marihuana y un arma de fuego de las llamadas escuadra calibre .38, con lo que los federales justificaron la detención.
Por su parte los detenidos dicen que las pruebas les fueron «sembradas» por las mismas autoridades.
Francisco Juaristi Santos, director de «El Zócalo», calificó los hechos como «un atentado contra el gremio periodístico y contra la sociedad» mediante la fabricación de cargos «absurdos y ridículos».
«Exigimos respeto absoluto y pleno al derecho a la información y a la libertad de expresión. Exigimos la libertad inmediata de los cuatro, una disculpa pública, y respeto y garantías para nuestro trabajo», dijo.
Durante la detención incomunicado de los reporteros, un grupo de periodistas realizó rondines para localizar los tres vehículos en que se trasladaban sus colegas detenidos. Las unidades fueron encontradas abandonadas a escasos metros de la sede militar en la región; en el interior de los automóviles estaban los chalecos además de las cámaras fotográficas y de video con la memoria en blanco. Más tarde se supo que el aislamiento de los periodistas se realizó en la sede militar La Partida.
Cisneros Vázquez indicó que los datos oficiales de la detención no concuerdan con los datos investigados por los medios, ya que el lugar en que las autoridades dicen haber encontrado a los reporteros está en un punto muy lejano de donde se encontraron los vehículos en los que se desplazaban los reporteros.
Además, en las declaraciones de los militares se dice que los detenidos se transportaban todos en un solo automóvil, y que la detención fue a las 5:00 de la mañana del 8 de agosto; sin embargo, los testigos en el vecindario dijeron ver los autos estacionados y solos desde las 10:00 p.m. del 7 de agosto.
Así el 9 de agosto alrededor del mediodía, el agente del Ministerio Público Federal, Genaro Maciel, confirmó que había cuatro reporteros detenidos. El director editorial de «El Zócalo» explicó que Manolo Acosta se graduó en mayo y ha trabajado con ellos desde hace poco más de dos años y Sinhué Samaniego trabaja para la empresa desde hace ocho meses cubriendo información general de la localidad.
Hasta el momento los periodistas continúan declarando y se presume que deberán pagar una fianza equivalente a 3.000 USD para estar libres.
La representación jurídica de los trabajadores fue solventada por las empresas para las que colaboran.
Según informes públicos con estos hechos, nueve periodistas han sido agredidos en esta semana en Coahuila, donde la Agencia Federal de Investigación (AFI) y el Ejército realizan operativos contra el narcomenudeo desde el 6 de agosto.