(CEPET/IFEX) – Lo que sigue es una versión abreviada de un comunicado de prensa de CEPET, con fecha del 10 de marzo de 2008: PODERES PARALELOS, ALTO INDICE DE AGRESIONES Los Poderes Paralelos, en tres de cada diez agresiones México, Marzo 10, 2008 – En México, existen indicios de que tres de cada diez agresiones […]
(CEPET/IFEX) – Lo que sigue es una versión abreviada de un comunicado de prensa de CEPET, con fecha del 10 de marzo de 2008:
PODERES PARALELOS, ALTO INDICE DE AGRESIONES
Los Poderes Paralelos, en tres de cada diez agresiones
México, Marzo 10, 2008 – En México, existen indicios de que tres de cada diez agresiones en contra de la libertad de expresión fueron cometidas por la delincuencia organizada en 2007, revela una investigación realizada por el Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET) y financiado por el Programa de Extensión de la organización Intercambio Internacional para la Libertad de Expresión (IFEX, por sus siglas en inglés).
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La investigación del CEPET es la primera de su tipo llevada a cabo en México y se basó en reportes publicados en los medios tanto como en verificaciones directas.
El estudio, hecho público hoy en conferencia de prensa, señala que de 72 agresiones en contra de medios y periodistas durante 2007, en sólo 52 de ellas se pudo establecer un vínculo con el trabajo periodístico de la víctima y sólo esta cifra puede considerarse como ataques en contra de la libertad de expresión.
Las agresiones de los Poderes Paralelos en 2007
– De 52 agresiones contra la libertad de expresión en 2007, en 15 existen datos para presumir que la delincuencia organizada estuvo involucrada, es decir el 29 por ciento de las agresiones o tres de cada diez.
– En casi todos, 12 de los 15 casos, existen pistas de que el agresor pertenece al narcotráfico, en dos más se trata de grupos dedicados a la prostitución infantil y en uno se sospecha de mafias al interior de un sindicato.
– La delincuencia organizada es probablemente responsable de la muerte de dos reporteros, Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa en Acapulco y Saúl Noé Martínez Ortega, reportero del periódico «Interdiario», asesinado en Aguaprieta, Sonora. Un tercero fue ejecutado al estilo del narcotráfico, Gerardo García Pimentel, pero no se ha confirmado la vinculación con el trabajo periodístico ya que no cubría información policíaca más que ocasionalmente y se desconoce que hubiera amenazas previas.
– Sonora se convirtió en la entidad federativa más peligrosa, con cuatro agresiones de la delincuencia organizada. Culminaron con la muerte de un reportero y el cierre total del diario Cambio. Le siguen Tabasco y Guerrero con dos agresiones, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Distrito Federal, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán con una.
– Curiosamente, Tamaulipas y Baja California que son percibidos como zonas de más riesgo no registraron ataques de la delincuencia organizada a periodistas mexicanos. Esto podría ser explicado por la severa autocensura adoptada por los medios de comunicación.
– Un dato que puede resultar revelador es que en 12 de los 15 casos, la víctima recibió amenazas previas al ataque, lo que representan el 80 por ciento del total.
– En el 30 por ciento de las agresiones las víctimas eran reporteros (20 casos), lo que no sorprende pues son quienes diariamente están presentes en los escenarios de crímenes y de enfrentamientos. Pero ello indica que la delincuencia organizada les otorga una capacidad de decisión sobre el contenido de periódicos y noticieros de radio y televisión que en realidad no tienen. En realidad, la información que el reportero recopila pasa por un proceso de decisiones editoriales antes de su publicación, en el que los reporteros tienen poca influencia.
– Los medios impresos son los principales blancos de las agresiones, quizá porque los delincuentes no tienen horarios que les permitan seguir los noticieros de televisión y radio. De los casos registrados, 11 fueron contra periódicos y revistas y uno contra una televisora. En dos casos el periodista agredido trabajaba para dos o más medios.
– La mayoría de las víctimas de las agresiones (14) fueron del sexo masculino, que representan el ochenta por ciento, mientras que el restante 20 por ciento, las víctimas fueron mujeres.
Para leer el informe completo, ver: http://www.cepet.org/pp.htm