(CEPET/IFEX) – El 9 de junio de 2008, dos días después de que apareció una cabeza humana frente a las instalaciones de un periódico local, fue encontrada una nota con amenazas para su director, difundió la agencia Associated Press, citada por el periódico «El Nuevo Diario» de Nicaragua. La policía de Villahermosa, capital del estado […]
(CEPET/IFEX) – El 9 de junio de 2008, dos días después de que apareció una cabeza humana frente a las instalaciones de un periódico local, fue encontrada una nota con amenazas para su director, difundió la agencia Associated Press, citada por el periódico «El Nuevo Diario» de Nicaragua.
La policía de Villahermosa, capital del estado suroriental de Tabasco, halló la nota dirigida a Juan Padilla, director del rotativo «El Correo de Tabasco», informó el procurador estatal de justicia Gustavo Rosario.
»Sigues tú director», decía la nota manuscrita en referencia al título laboral de Padilla, sin mencionar a los autores del texto.
La cabeza de un hombre que la policía identificó como un vendedor de drogas fue hallada el 7 de junio frente a las oficinas del periódico. El hecho ocurrió durante el Día de la Libertad de Expresión en México.
Un grupo de soldados encontró después el cuerpo del hombre en otra parte de la ciudad, junto con una nota que rezaba »esto le va a pasar a los que andan poniendo el dedo. El ejército no les va a ayudar. Sigues tú . . . ya sabes de qué te hablo, soplón».
Padilla dijo que le preocupaba su seguridad y la de los empleados del diario.
«El Correo de Tabasco» fue publicado el 9 de junio con la portada en blanco, y el diario dijo que la intención era protestar contra la amenaza.
El grupo internacional Reporteros Sin Fronteras condenó las amenazas. En un comunicado, con fecha del 9 de junio, dijo que el periódico había publicado recientemente informaciones relacionadas con la inmigración, el contrabando y el secuestro en la zona.
De acuerdo con organizaciones defensoras de los medios de comunicación, México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas, en gran medida por el riesgo de informar sobre los poderosos carteles de la droga y la corrupción de autoridades.