El reportero Luis Fernando Nájera Pérez fue golpeado, lesionado y privado de la libertad por policías del municipio de Ahome, en Sinaloa, cuando cubría un operativo.
(CEPET/IFEX) – El 25 de julio de 2009, Luis Fernando Nájera Pérez, reportero de «El Diario», de Los Mochis, y el semanario «Ríodoce», fue golpeado y privado de la libertad por agentes de la Policía Municipal de Ahome, en el estado de Sinaloa, al noroeste de México, quienes le provocaron lesiones en un ojo y en las cuerdas vocales cuando cubría un operativo en Los Mochis. Nájera Pérez necesitará de tres meses de tratamiento médico e incluso podría verse obligado a someterse a cirugía debido a las lesiones en la garganta que sufrió durante la agresión.
De acuerdo con una versión por escrito proporcionada al CEPET por Nájera Pérez, los hechos ocurrieron alrededor de las 12:20 a.m. (hora local) en la esquina de Higueras y Álamos, en el fraccionamiento Stase IV, en Los Mochis, donde se registró un incidente entre dos vehículos que derivó en una golpiza contra el copiloto de uno de los autos.
Tras varios minutos y luego de que otros elementos policíacos ignoraron la escena, llegó al lugar la patrulla 1352 de la Policía Municipal. El periodista se acercó a los tripulantes para preguntar qué pasaba. Por respuesta, Nájera Pérez recibió un puñetazo en el ojo izquierdo, mientras que otro sujeto lo tomó por el cuello para inmovilizarlo.
El reportero fue detenido, esposado y confinado en el Departamento de Dactiloscopía, donde no sólo se le mantuvo incomunicado, sino que motopatrulleros de la corporación continuaron tomándolo del cuello y golpeándolo en el abdomen, mientras lo acusaban de haber roto los cristales del automóvil particular del comandante Raúl Alberto Muñoz Enrique.
Al ser llevado a la barandilla, el periodista pudo explicar que lo detuvieron únicamente por haberse acercado a preguntar por el operativo, de modo que el juez calificador, sin encontrar delito o falta, ordenó su libertad.
En el parte policiaco 1715/09 firmado por los motopatrulleros Rafael Estrada Esquer y José A. Vizcarra López, éstos aseguran que el día de los hechos se encontraban afuera la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, tras haber terminado su turno, cuando advirtieron que un individuo rompía los cristales del vehículo propiedad del comandante Muñoz Enrique, por lo que iniciaron el operativo que terminó en Higuera y Álamos.
«Narran en el parte que yo había llegado al lugar agrediéndolos y empujándolos para quitarles al detenido, diciendo que era la máxima autoridad, el cuarto poder, y que iba a chingármelos», detalló el periodista.
El 27 de julio, Nájera Pérez interpuso una denuncia penal por lesiones dolosas y lo que resulte, la cual quedó integrada en la Agencia Tercera del Ministerio Público del Fuero Común bajo el número de expediente 234/09. Asimismo, presentó una queja formal – la 119/09 – ante la Comisión de Honor y Justicia de la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito Municipal.
Las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos ya tienen conocimiento del caso.
«Me dicen que tengo muy lastimadas las cuerdas vocales por compresión . . . Necesitaré tres meses de tratamientos, y si no quedo, a cirugía», detalló el reportero. Los médicos han emitido tres diagnósticos: luxación aritenoidea izquierda, pródromos de disfonía espástica compensatria y una lesión del nervio laríngeo recurrente aún no descartada.
«En términos coloquiales, mi laringe no cierra bien, las cuerdas vocales están inflamadas. El lado izquierdo no funciona y el derecho se encuentra muy dañado. Si no aprendo a respirar o a tragar me puedo ahogar debido al daño muscular por la compresión sobre el cuello», explicó Nájera Pérez
El Código Penal del Estado de Sinaloa establece penas de dos a cinco años de prisión a los responsables de lesiones que disminuyan facultades o afecten el normal funcionamiento de órganos o miembros, y de tres a seis años de prisión, si ponen en peligro la vida.