La revista "Puerto Viejo" publicó información que enojó al alcalde.
(CEPET/IFEX) – Armando Suárez Martínez, director de la revista «Puerto Viejo», denunció haber sido víctima de privación ilegal de la libertad y amenazas de muerte por parte de Yuan Yee Cunningham, presidente municipal de Loreto, Baja California Sur (noroeste de México), y varios funcionarios de su administración.
De acuerdo con la denuncia presentada el 25 de enero de 2010 por el periodista ante la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) en ese estado, los hechos ocurrieron el 21 de enero, alrededor de las 10:30 horas, mientras se encontraba en la oficina de la Dirección de Comunicación Social del Ayuntamiento de Loreto. Al lugar llegaron Yee Cunningham; su secretario particular, René Davis; el director de Seguridad Pública municipal, Flavio Amador Hernández; el comandante general de la Dirección de Seguridad Pública, y el chofer del alcalde, quienes una vez dentro cerraron la puerta de la oficina.
Fue entonces que el presidente municipal enfrentó a Suárez Martínez, a quien insultó y retó a golpes, molesto por información publicada en «Puerto Viejo». Un tercero, René Davis, se acercó y golpeó en la cara al periodista, lo que originó que el director de Comunicación Social buscara intervenir para detener la agresión; sin embargo, el alcalde lo obligó a abandonar la oficina.
Tras varios minutos, el comunicador fue sacado del lugar por órdenes de Yee Cunningham, quien le advirtió que estaban por llevarlo a un lugar en el que lo harían hablar. Al bajar las escaleras para abandonar el edificio y mientras esperaban un vehículo, el secretario de Finanzas municipal, Óscar Aguiar Yee, se acercó y lo golpeó nuevamente en el rostro.
En la denuncia, el periodista asegura haber sido obligado a subir a la unidad 018 de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, en la cual fue llevado a un paraje cercano al camino que conduce a la localidad de San Javier. Allí esperaron por cerca de una hora hasta la llegada de una Suburban color oro, de la que bajaron el alcalde, su secretario privado, su chofer y el secretario de Finanzas, así como el director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado municipal, Pedro Sotelo, y un sujeto al que Suárez identificó como Raul Madrid Peña, amigo del presidente municipal.
Los insultos comenzaron de nuevo. El chofer sacó una pistola, cortó cartucho y disparó un tiro a los pies del periodista. Yee Cunningham lo amenazó, le dijo que tenía la capacidad de desaparecerlo y que se encontraban en el lugar adecuado para hacerlo. El funcionario se dirigió entonces a sus acompañantes, les dijo que podían golpearlo y que de ser posible quería que muriera por los golpes. Por último, Aguiar Yee ordenó que sacaran las palas para enterrarlo vivo.
Suárez Martínez aseguró que lo obligaron a ofrecer disculpas y comprometerse a no volver a escribir contra las autoridades municipales. El alcalde le hizo saber que conoce todo sobre su vida y le advirtió que de hacer público el incidente, ordenaría su asesinato, ya que el costo de matar a una «rata de basurero» no sería muy alto. Tras cuatro horas y media – añade la denuncia -, el periodista fue trasladado al hotel Plaza Loreto, donde se le despojó de 300 ejemplares de la revista con el fin de impedir su distribución.
En entrevista con el CEPET, el secretario de Finanzas municipal, Aguiar Yee, negó que haya existido agresión alguna contra el periodista y aseguró que la historia es un invento de éste, luego de que se le impidió distribuir ejemplares de su revista en el Ayuntamiento, además de que lo acusó de presionar por la vía del chantaje para obtener dinero por publicidad oficial. «Quiere que le paguemos, quiere que le demos dinero; ya sabe cómo se mueven esos revisteros», dijo el funcionario, quien no descartó que se proceda contra él por difamación.
En tanto, el director de «Puerto Viejo» explicó que no ha podido ratificar su denuncia, toda vez que la delegación estatal de la PGR, asentada en el municipio de La Paz, le informó que su caso será turnado a Loreto, donde ocurrieron los hechos. Sin embargo, esto podría llevar varios días, pues los casos se remiten en el orden en que se reciben y en este momento hay mucho trabajo pendiente en la dependencia.