Hugo Alfredo Olivera Cartas fue encontrado muerto la madrugada del 6 de julio de 2010, asesinado de al menos tres tiros.
(CEPET/IFEX) – Hugo Alfredo Olivera Cartas, editor del diario «El Día de Michoacán», director de la agencia de noticias ADN y corresponsal de «La Voz de Apatzingán», fue encontrado muerto la madrugada del 6 de julio de 2010, asesinado de al menos tres tiros, dentro de su camioneta, en una brecha a las afueras de Apatzingán, Michoacán (occidente de México).
Según información de las autoridades, el cadáver del comunicador fue localizado aproximadamente a las 3:00 horas, en un camino de terracería que conduce al Rancho Galeana, ubicado en los límites de los municipios de Apatzingán y Buenavista, gracias a una llamada telefónica realizada por personas que transitaban por el lugar.
Olivera Cartas tenía tres disparos de arma de fuego en la cabeza, aparentemente calibre .32, y se encontraba a bordo de su vehículo, una camioneta Ford Lobo doble cabina con matrícula HA-85093 del estado de Guerrero y logos de la agencia ADN a los costados. El periodista fue despojado de su reloj, celular y anillos, en tanto que su cartera fue hallada sobre el asiento.
Información recabada por el CEPET indica que Olivera Cartas dejó las instalaciones de «El Día de Michoacán» entre las 21:00 y 22:00 horas del 5 de julio y que por la tarde había encabezado una reunión con reporteros y editores para reorganizar el trabajo en la redacción del diario del cual su padre, David Olivera Salcedo, es director general. Desde que dejó el periódico se perdió totalmente el contacto con él.
Versiones difundidas este mismo día aseguran que Olivera Cartas habría recibido una llamada por teléfono mediante la cual fue citado para trasladarse a algún lugar donde recibiría información; sin embargo, fuentes cercanas al caso confiaron que el periodista sólo habló de que acudiría a cubrir un accidente.
Adicionalmente, la mañana del 6 de julio, mientras la familia del informador acudía a la Subprocuraduría Regional de Justicia en Apatzingán, para identificar y reclamar el cuerpo, las oficinas del diario y de la agencia fueron allanadas por desconocidos, quienes robaron discos duros de las computadoras y memorias con información.
El gobernador del estado Leonel Godoy Rangel reconoció que aunque hasta el momento se tiene poca información sobre lo sucedido, el modus operandi apunta hacia el crimen organizado. En tanto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) anunció el inicio a un expediente de queja para este caso particular, al tiempo que manifestó que la libertad de expresión en México pasa por una de sus etapas más críticas de los años recientes.
Olivera Cartas, quien también colaboraba con la agencia Quadratín, estaba casado y era padre de dos niños de cinco años y cinco meses de edad, respectivamente. Apenas el febrero había presentado una queja ante la CNDH luego de ser golpeado y amenazado con armas largas por elementos de la Policía Federal, durante un operativo en la comunidad de Chiquihuitillo, en Apatzingán.
Con esta muerte se eleva a seis el número de periodistas asesinados en México en lo que va de 2010; cuatro en Guerrero, uno en Coahuila y este último, en Michoacán.